LIMPIA: pasa a través de polvo, suciedad, grumos de grasa y aceite, limpiando la superficie y dejándola reluciente.
DESPLAZA LA HUMEDAD: recubre la superficie, penetra bajo la humedad y crea una barrera protectora entre ésta y el metal.
PENETRA: afloja y libera piezas metálicas oxidadas, atascadas o sucias.
LUBRICA: su agente antifricción se esparce sobre las partes aplicadas reduciendo la fricción y el contacto metal-metal.
PROTEGE: forma una barrera altamente protectora resistente a la corrosión.